A continuación os dejamos un artículo de la Asamblea Interprofesional de Granada
Antes los despidos, cada vez menos resignación
Frente a un nuevo despido en la hostelería granadina, ahora en el restaurante La Tagliatella situado en la confluencia de Camino de Ronda con Recogidas, de nuevo nos encontramos con trabajadores que no se resignan. En este caso se trata de una trabajadora, Eva, que tras más de un año en la empresa, trabajando como camarera, se le ha comunicado que ya no se quiere seguir contando con ella.
Eva había trabajado en Madrid en otro establecimiento asociado a la misma empresa y allí las condiciones laborales eran tales que en sus contratos se reflejaba de manera más o menos correcta lo que sucedía en el centro de trabajo.
Sin embargo al venir a Granada se encontró con unas condiciones laborales muy diferentes: un contrato por turnos y no por horas, con carácter además de eventual. Así se encubría la jornada laboral real que desempeñaban: mientras se trabajaba en turnos de mediodía o de noche, laborando durante 24 o 25 horas semanales, sólo se cotizaba y se estaba dado de alta en la seguridad social por 9 horas con el consiguiente perjuicio a los derechos laborales presentes y futuros. Salarios por debajo de lo que marca el convenio, horas no cotizadas y no cobradas con el consiguiente fraude a la seguridad social, eran la norma y cuando había que ir un día como extra, por una jornada de 6 horas se cobraba un sueldo de 25 euros y en negro, sin dar de alta.
Todo esto en un establecimiento situado en un lugar privilegiado de la ciudad en el que se emplean, nada más que como camareros y camareras a 13 personas y que en temporada alta y en los fines de semana llega a emplear a todos los camareros de forma simultánea para atender a una selecta clientela.
Los problemas para Eva se agravaron cuando ante el cobro de la primera nómina se percató de que le habían pagado menos de lo que le correspondía. Había quien quería hacerse rico a costa de lo que no le pagaban a los trabajadores. Ante sus preguntas a los encargados y responsables, estos sólo pudieron darle excusas y justificaciones banales como que era problema de la asesoría. Y frente a esa situación, sabiendo que para reivindicar los derechos la mejor manera es estar organizado, se puso en contacto con el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) del que en estos momentos es delegada de la sección sindical que hay en el restaurante.
Tras ser asesorada, comprobó que su contrato estaba, otro más en la hostelería granadina, en fraude de ley pues constaba como trabajadora eventual cuando tendría que ser un contrato indefinido. Ante esta situación solicitó por escrito a la empresa que su contrato se adaptara a lo que marcaba la ley y que en lugar de ser “por turnos” fuera por “horas” y que no iba a trabajar más horas de las que le marcara su contrato.
Ante esta situación desde el restaurante decidieron darle vacaciones y decirle que tras estas ya no se reincorporaría. Pensaban, además de explotadores son unos ingenuos, que esta trabajadora se iba a resignar y que se iría sin rechistar. No esperaban que, organizada como estaba, plantara cara en defensa de sus derechos laborales (que son también los de sus compañeros). Y que para esa defensa no iba a estar sola sino que contaría con el apoyo del sindicato en el que participa, el SAT, así como de otros colectivos como la Asamblea Inteprofesional.
En estos momentos se están desarollando diferentes acciones de protesta a las puertas del restaurante, exigiendo la vuelta de la compañera al puesto de trabajo con un contrato como el que la ley de reconoce: igual que en Jardines Alberto, igual que en la cervecería Agamenón, igual que en el restaurante Alameda, igual que en Domino´s Pizza, juntos y organizados conseguiremos que este conflicto se resuelva a favor de esta trabajadora.
La lucha es el único camino